Música para volar

22/2/10

El hastío es la única razón por la que se quiebran las fusiones imprecisas. También es la única razón de bifurcación en caso de no estar hablando de intermitencias psicológicas o azar.
Pero el hastío es más bien como un cuchillo en movimiento constante. Algo que no cesa de rebanar cosas. Algo que no quiere dejar de rebanar cosas.
El hastío es algo incontrolable, atroz. Y es fulminante, no hay términos medios. Es un todo o nada. Y con esa filosofía del todo o nada hay muchas cosas que entre medio perecen. Pero a veces los grises no suman ni restan y es mejor que se los coma la ausencia (como muchas otras cosas).
La ausencia, por otra parte también es algo atroz y fulminante. No hay un matiz; o se habla de una plena ausencia, o se habla de presencia. Cuando algo está y no está, es porque realmente no está.
La ausencia es como un parásito que se alimenta de abstracciones, primero. Después carcome el resto, lo tangible. Esto es: piel, carne, huesos, cenizas. Es algo que todo arrastra consigo y no le importa. Es algo que se inserta en lo más hondo, ahí donde es imposible llegar para arrancarlo. Y ahí se instala, ahí habita en continua actividad.
La ausencia no hiberna, no duerme, no se toma vacaciones. La ausencia come. Muerde. Desgarra. Atrofia. Todo lo que la ausencia toca se transforma en vacío, se torna gris opaco.
¿Se puede arrancar la ausencia? No, es algo que se funde completamente en un instante, en comunión con lo que encuentre. Y es inamovible.
La ausencia no es como un frasco de mermelada. Es como un pozo sin fin: por más que se lo cubra nunca se va a colmar por completo.
¿Como se puede tratar la ausencia? La ausencia no es algo tratable. Simplemente está, existe, se alimenta, vacía, empuja, revuelve. La ausencia no se cura, no se medica, no se previene. Es algo librado al azar.
La ausencia es una de esas tantas cosas que no se ven, pero se sienten en lo mas hondo.

Basta de ahogar al sol con aullidos.
Mi noche es más azul.

10/2/10

Realité


Tu función
rezagar pausas impares, trasnochadas e impuras.
Mi función
limpiar cada gota de asquerosa transparencia regocijante entre tanta humedad.

Lo real es lo que estorba.