Música para volar

8/8/13

Antes
la misma palabra
desnuda
ácida
las horas
del estar amorfo
ese sabor a sangre.

26/9/11

Nudo en la garganta como modo de vida

Yo no quise volver a esto, a este ir y venir de palabras desdibujadas que se amontonan en este rincón vacío que nadie visita, que nadie espera, que nadie nada. Es que, ultimamente volver se me hace inevitable, irresistible como el estar mismo. A veces, cuando leo y escucho y siento que estoy, que soy, que algo es algo y que nada es una palabra inexistente que designa un vacío profundo y lejano, pienso que este rodar es el verbo mas inútil que podría encontrar, necesito otro verbo, una palabra aguda, terminada en N, S o vocal, que lleve tilde, que penetre en la piel y se haga carne para que este manojo de nada y de todo se vaya de una vez y todo sea verbo o palabra aguda.

25/8/11

Vos

Vos. Un espacio en blanco y vos, infértil parado con la mirada hacia algún punto inmóvil de la superficie gastada de esto que no es mas que un ir y venir de miradas hacia algún punto inmóvil de la superficie gastada. Dijiste que yo no entendía de voces, o de gritos, o de eso que -no podés nombrar-. Pero no tenés. Pero no hacés. Estás?
Porque estar implica presencia, impaciencia, pavor, utilidad, y vos no sos más que un montón de palabras repetidas que se amontonan en una pantalla, en un teléfono o en mi cabeza, nunca en la realidad pude sentir que estabas porque esto es irreal, porque no aguanto mas.
A veces, cuando centro mi mirada hacia algún punto inmóvil de la superficie gastada puedo imaginarme que sos algo, que estás ahí, conmigo, o quizás solo pero real. Cuando corro la mirada las cosas pierden sentido y me arrepiento de haber perdido segundos, minutos, horas, años de mi vida con algo inexistente y haber dejado de lado lo que -siempre estuvo ahí-. Después vuelvo a pensar que quizás si me esfuerzo algún día seas algo mas que un montón de palabras gastadas (por eso sigo acá).

Siempre esta manía de crear.

5/10/10

Cíclico

Mismo discurso gastado verborrágico e infértil a la luz del sol. Yo no quiero más palabras desvencijadas ni murmullos inentendibles, dame algo que pueda descifrar, morder, estrujar. Dame algo.
Quizás solamente cuando yo me calle entiendas todo lo que no-digo.
Ya no puedo explotar más.

18/8/10

Pájaro pluma prisión

Lo mismo. Otra vez lo mismo. Yo quisiera saber si algún día de algún mes de algún año ésto va a tocar fondo. Es que la finitud me parece requisito inquebrantable, necesario. Yo no quería eternidad, quería certeza.
CER
TE
ZA
Pero nunca, nunca despacio y nunca feroz y nunca pasivo y nunca falaz surge alguna burbuja de espacio relleno, de carencia cubierta, de inquietud sedada. Yo, siempre yo, quería subir y arrancar los pedazos que me quedaban, que eran mios, como todo. Simplemente subir, tomarlos, amarrarlos y enterrarlos en algún pozo ciego de algún campo en el horizonte desdibujado por la noche abierta. Sin embargo, ante la falta de luz, ante la falta de encuentro, ante la falta de... todo fué una imágen turbia de algún instante corto, o quizás largo, algún retazo infértil de realidad pintada con crayón (luego borrado por la lluvia, por el barro, por el tiempo -nunca inmóvil-), algún párrafo nunca leído por nadie (luego borrado por la lluvia, por el barro, reminiscencia), y algunos vientos errantes de aquellos lugares donde el sol se esconde cuando se aburre y la tierra es fértil y abundante y la gente vive esperando la llegada de algo (como yo) que no tiene nombre ni cara ni cuerpo ni identidad hasta la muerte vespertina, previamente anunciada por ese pájaro que se cansó de volar porque sabe que eso que él también espera nunca va a llegar.

5/7/10

Eso.

Cayendo como quien cae en caída libre quizás pensé en dejarme fluir sin caer cayendo como caía. Quise.
Y por eso quiero. Quiero caer.
No el desenlace ni el desarrollo ni la introducción. El todo como unidad indestructible: caer. Absoluto e infragmentable. Eso quise, la unidad. No la partición en fragmentos raídos por el tiempo y las palabras mal usadas y las voces interesadas. El único trozo de cosa plastificada, unidad por sobre todas las cosas. Y caída. Porque si no caigo no encuentro.

28/5/10

Tiempo, imposibilidad y carencia (mis preferidos)

Casi sin querer el tiempo absorbió al tiempo cuando de tiempo estamos hablando. Como si existiese, como si eso me dijese algo. Como si todo fuese una cuestión de nombrar las cosas por su nombre y nada más. No, no puedo denominar al tiempo como tiempo porque es nada y es, a la vez, todo. Es hoy, es ayer, es mañana, es siempre, es nunca, es algo imaginario que solo existe bajo la concepción popular, bajo una denominación ridícula que pretendemos que englobe todo a la perfección. Por eso yo digo que todo carece, que todo se reduce (debe reducirse) a una palabra, a un conjunto de palabras que no hacen mas que nombrar lo inmombrable para poder aproximarnos solamente un poco más a aquello a lo que realmente intentamos aludir. Por eso las palabras no alcanzan cuando trato de explicarme inmensamente en lo inabarcable del lenguaje. Por eso tengo la imposibilidad de traducir lo que no se ve pero está. Por eso el trabalenguas cada vez que intento conceptualizar las cosas en un par de oraciones infértiles. Por eso preferir no hablar cuando la imposibilidad me asfixia. Y sobre todo, hablar de lo que no se puede hablar para demostrar que todo se congratula inútilmente como si la existencia se redujera a un par de letras hiladas en la inmensidad de lo inabarcable.