Música para volar

20/10/09

Goteo


Cuando la palabra que descansa acurrucada en la comisura de mi labio inferior se digne a derramarse como si fuese una gota de lluvia, de esas que se desplazan con elegancia de arriba hacia abajo, y allí abajo parecen desvanecerse en una imperceptible efervescencia, desarticulada yaciendo ante tan efímera existencia; así, solo así, yo podría impregnarme de todo aquello que jamás pude traducir con movimientos de mi cuerpo aletargado.
Y también podría mencionar, ya que viene al caso, que hoy me siento como una de esas gotas, que caen desganadas a la vorágine que amenaza con tragárselas, despacito, con esa suavidad de animal corrompido, con esa delicadeza de predador que observa a su presa, que observa minuciosamente cada uno de los mas desapercibidos movimientos y espera agazapado el ataque. Y en ese instante final, ese instante que todo lo abarca, la finitud, la vida que perece, en ese instante una nueva gota empieza a caer desde lo más alto. Entonces la atención se centra en el nuevo surgimiento, la nueva vida que empieza a arrastrarse sobre los vidrios, las pieles, las hojas de los árboles, sobre la inmensidad, la inmensidad que ese medio minuto abarca, la inmensidad que la gota contempla mientras todavía conserva su forma. Hasta que al final, se desploma, se desarma, se suicida.
Así con las palabras. Así con los días. Así la eternidad y el arte de vivir.

1 comentario:

Soy dijo...

Ok, estoy escuchando Nirvana, entro a tu blog y salta The Strokes, se fusionaron y quede reloka ::: - Me gusta lo que veo acá. Y me refiero ahí abajo ñap jajajaja. Yo también te agrego a mi seguidilla blogger :A TKM PAMEH!!! :::