
"Hay que salvar, no a la flor, sino a las palabras"
En completa forma y agonía cae la noche sobre mi pecho. Arranca los vocablos uno a uno pretendiendo calmar la hemorragia. Lo cierto es que jamás cesará la embestida directa de oraciones. Sangrará desmesuradamente hasta el hastío, hasta acabar seca, hasta quebrarse y fundirse en la nada misma. Desangrada acabaré desapareciendo, el tiempo cubrirá las manchas y el rumor a muerte escupirá cenizas.
Por eso digo, hay que salvar, no a la flor, sino a las palabras.
Pamela Pulcinella.
Pamela Pulcinella.
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