Música para volar

30/11/08


Te imploro abandonar esta lascivia, que dejes de fustigar mi lenguaje. Que el fervor que irrumpe la calma no azote estas palabras, únicas herederas de mi cuerpo lánguido.
No cantes, que a tu perversión innata no logro inmutarla, y se humedecen los últimos vocablos que me mantienen pávida.
Las náuseas corrompen el punto de fusión en la oquedad de mi envase descartable. Y expiro.

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